Pharrell lanza los dados y gana otra vez
Louis Vuitton SS26 convierte París en un tablero de juego
El desfile de Louis Vuitton SS26 fue partida, espectáculo y statement cultural. Todo en uno. Pharrell Williams volvió a tirar los dados —literalmente— y montó un show con casillas, serpientes y escaleras sobre la explanada del Centro Pompidou. Un tablero dorado como pasarela, dados en las invitaciones y una banda sonora que cruzaba gospel, Bollywood y beats de videojuego. El lujo convertido en juego, pero con reglas nuevas.
Entre el front row: Beyoncé, Jay-Z, Future, Spike Lee, J-Hope. Y en la pasarela, una colección que bebe de India sin disfrazarla. Pharrell llevó al equipo de diseño de viaje por Nueva Delhi y Mumbai para absorber colores, formas y códigos desde dentro. Lo que salió no fue una postal, sino una lectura elegante, espiritual y urbana del vestir masculino.
Las siluetas jugaron con la dualidad entre lo ceremonial y lo funcional: trajes fluidos, chaquetas cruzadas, bombers metalizadas, parkas técnicas y prendas trekking al estilo maharajá moderno. Todo teñido con pigmentos naturales que iban del índigo al rojo terracota, pasando por verdes y amarillos especiados. Y, por supuesto, bolsos: desde reinterpretaciones del Speedy hasta baúles con animales selváticos inspirados en The Darjeeling Limited.
Pero Pharrell no solo diseñó ropa. Diseñó una experiencia. El desfile cerró con un tema inédito de Tyler, the Creator y Doechii, mientras las modelos avanzaban como si cada casilla marcara un hito narrativo. Lo suyo no es presentar una colección, es contar una historia donde cada look, cada nota y cada paso importan.
