Descubriendo a Rodrigo Sixto

Un artista que renace sin máscaras

Rodrigo Sixto es un artista tinerfeño de 25 años afincado en Madrid que regresa tras tres años de silencio con un sonido propio dentro del bedroom pop español. Antes conocido como Rocco S —etapa en la que destacó con el tema 'Por T' junto a Lucía Fernanda, superando los 2 millones de reproducciones—, ahora inicia un camino más íntimo y honesto bajo su nombre real.

Su música combina guitarras acústicas, atmósferas oníricas y un enfoque minimalista influenciado por el indie de los 2000, pero filtrado por una sensibilidad urbana muy personal. Rodrigo compone y produce desde su habitación, construyendo canciones vulnerables y directas que muestran su nueva identidad artística sin poses ni artificios.

Cuando escucho las demos siento cariño y nostalgia, pero también cierta distancia. Reconozco a un yo más inseguro, muy pendiente de no parecer vanidoso o superficial (...)
— Rodrigo sixto

ENTREVISTAMOS A RODRIGO SIXTO:

¿Cuál fue el momento o la experiencia que te hizo decidir dedicarte a la música?

No hubo un día específico, fue algo que se fue filtrando en mi vida hasta que ya no tenía sentido hacer otra cosa. Con 15 años me metía una hora de metro hasta un estudio en Carabanchel, solo, diciéndole a mi madre que iba a la biblioteca a estudiar porque en casa escondía que rapeaba. Esa especie de doble adolescencia ya me dejaba claro que la música era importante para mí. Más adelante, después de estudiar Empresariales unos meses en la uni (que hice por presión) y dejarlo a escondidas también, con 20 años, me firmó Dale Play Records. En esa época salía mucho por la noche, pero cuando tocaba encerrarse en el estudio podía estar yendo 12 horas casi todos los días. De todas las cosas que podía hacer con mi vida, la única que sabía más o menos hacer y que me llenaba era la música.

Durante estos tres años de silencio, ¿ha cambiado tu relación con la música, contigo mismo y con tu sonido?

Sí. Yo vendía esos tres años como una pausa necesaria y consciente, un parón para no exponerme, pero en el fondo era por miedo (miedo a la opinión de los temas, a no estar a la altura, a repetir dinámicas que no me hacían bien). Alejarme de la música fue también una manera de protegerme. Volví a la uni, esta vez para estudiar Filosofía y Antropología en la Autónoma, y eso me obligó a pensarme y a pensar en el mundo de otra manera, con más profundidad y más calma.
Al mismo tiempo empecé a escuchar otras cosas. Pasé de escuchar casi solo rap a otras bandas como The Strokes y The Doors. Esa mezcla se me fue quedando y ha terminado influenciando en el tipo de canciones que hago ahora.
Y luego está Pedro Hoz, uno de mis mejores amigos y pintor. Hace 7 meses o así le dije que no me apetecía volver a exponerme nunca, que no volvería a la música y que quería una vida más discreta, y él simplemente me dijo que no hay nada escrito, que podía volver de la manera que yo quisiera. Un mes después empecé a volver al estudio de verdad, después de 3 años, con otro enfoque. Esa frase me quitó bastante presión. Quiero encontrar el punto medio.

He vuelto con menos ruido por dentro, con más personalidad, y sin intención de desaparecer otra vez.
— rodrigo sixto

Cuando vuelves a escuchar tus canciones del EP Demos, ¿Qué versión de ti mismo reconoces allí y qué parte sientes que ya no te representa?

Cuando escucho las demos siento cariño y nostalgia, pero también cierta distancia. Reconozco a un yo más inseguro, muy pendiente de no parecer vanidoso o superficial, y eso se nota en las letras. Hay mucho filtro, mucha defensa, como si estuviera justificando todo el rato lo que no soy. En lo sonoro todo era bastante más electrónico y de ordenador, mientras que ahora me siento más atraído por lo orgánico, lo analógico: guitarras, texturas, que son las que he estado escuchando estos años.
Nunca lo hubiese dicho. Antes iba más a rebufo de la ola, ahora noto que la música se parece más a mi manera de ver las cosas. Quizá lo otro hubiese funcionado mejor, pero yo me siento más lleno por dentro.
Hoy no cantaría esas canciones en directo porque ya no me representan del todo, pero tampoco las reniego. Es una etapa concreta y sin esa etapa no sería yo.

Si pudieras resumir tu renacer artístico en una frase, ¿ cuál sería?

He vuelto con menos ruido por dentro, con más personalidad, y sin intención de desaparecer otra vez. Esa frase resume bastante cómo me siento ahora. Antes tenía mucho lío interno: expectativas, comparaciones, miedo a fracasar. Evidentemente eso sigue un poco, pero está todo más ordenado y en segundo plano.
También tiene que ver con hacer un poco las paces con la idea de no dejar las cosas a medias. Durante años fui muy de aparecer, desaparecer, probar, parar... y ahora siento que no me puedo permitir esos vaivenes en lo profesional o en lo personal. No lo digo dramáticamente, lo digo como un compromiso conmigo mismo. Si voy a estar en la música, quiero estar de lleno, aunque sea a mi ritmo.
De pequeño siempre quise ser rapero, ahora estoy en un punto raro en el que no me identifico con ninguna etiqueta. Esta vuelta a componer y lanzar música es un poco eso, soy yo, con todas mis referencias mezcladas, menos pose, más verdad y con la intención de seguir desde ahí, dejando que, por ahora, sean las canciones las que expliquen.

¿Puedes contarnos alguna anécdota detrás de la creación de “La verdad me va a matar!”?

Un día me encontré con Rodrigo Autric en el bar de un amigo en común. Llevábamos casi siete años sin vernos. Esa noche nos cruzamos rápidamente porque él se iba y yo llegaba, pero dijimos de quedar pronto. Cuando nos vimos de nuevo Autric tocó un teclado que tengo en mi casa y me enamoró, le dije de componer juntos, me dijo que sí. Ambos llevábamos tres años sin hacer música. A los días volvimos a quedar y nos pusimos a componer. Mi equipo tenía polvo. No me acordaba ni de cómo usarlo.
Un día este verano, en el sur, estábamos en una fiesta y volvimos al Airbnb a por tabaco, Autric pilló una guitarra que se trajo de Madrid y tocó unos acordes preciosos, a mí me salió la primera parte con la letra al instante. Lo grabamos con el móvil y volvimos a la fiesta como si nada. Al día siguiente nos sentamos, abrimos el Logic y la terminamos. Es el primer tema que produzco en mi vida y quiero seguir aprendiendo. Mi meta es crear con gente desde la ilusión, no desde la dependencia.

SU ÚLTIMO LANZAMIENTO: 'LA VERDAD ME VA A MATAR!'

Tras tres años sin publicar, Rodrigo presenta el tema con el que rompe su silencio: 'La verdad me va a matar!'.
Un regreso que, según él, es como volver a sus inicios:

'Me he quitado la máscara. Estoy como un niño. Como cuando subía mis primeras canciones a YouTube hace diez años, encerrado en mi habitación.'

La canción reflexiona sobre la vulnerabilidad de afrontar la verdad aunque duela, sobre las mentiras que usamos como defensa y ese miedo a que la realidad nos supere.

Musicalmente, el tema destaca por su minimalismo elegante y una producción casera realizada por el propio Rodrigo, que además ha mezclado y masterizado el tema. A la guitarra lo acompaña Rodrigo Autric, pieza clave en este renacer artístico.

El videoclip, dirigido por Eduardo Mateos, presenta una estética analógica, desenfadada y emocional, reforzada por las fotografías de prensa tomadas durante su rodaje.

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