Timbaland, en el centro de la polémica por usar un beat ajeno para entrenar una IA musical
Ahora es el director creativo de SUno y lo está defendiendo a capa y espada
Timbaland vuelve a estar en el foco, y no precisamente por un nuevo hit. El legendario productor ha sido acusado de utilizar sin permiso un beat de otro creador para alimentar Suno, una plataforma de inteligencia artificial generadora de música que no deja de sumar polémicas.
Todo estalló tras la publicación de un vídeo donde el productor compartía una demo creada con Suno, en la que usaba un beat del productor K Fresh Music y la letra de otro creador de TikTok. El problema: el resultado era casi idéntico al tema original de K Fresh, incluyendo su producer tag. Las redes no tardaron en arder.
Los seguidores del beatmaker rápidamente identificaron la similitud y empezaron a compartir comparativas en vídeo, acusando a Timbaland de apropiarse del trabajo de un artista independiente para alimentar una IA sin reconocimiento ni compensación. El propio K Fresh reaccionó en Instagram, mostrando sorpresa y trazando el recorrido de su beat: desde que lo subió, hasta que acabó en manos de Suno y Timbaland.
Más allá de que la demo no se haya publicado oficialmente en plataformas, el debate está servido: ¿hasta qué punto es ético usar material de otros para alimentar una IA? Y peor aún, ¿sin consentimiento?
Timbaland lleva tiempo apostando fuerte por Suno. Se ha implicado como consultor creativo y no esconde su entusiasmo: dice haber generado más de 50.000 canciones con la app. Mientras grandes discográficas demandan a Suno por entrenarse con música con derechos de autor, artistas como Billie Eilish, Nicki Minaj o Stevie Wonder han firmado cartas abiertas denunciando el uso de sus obras sin consentimiento. Y en Reino Unido, más de 1.000 músicos lanzaron un “álbum sin sonido” como protesta ante una legislación que podría permitir justo eso.
Timbaland, sin embargo, no ve el problema. Para él, alimentar la IA con música existente no es robar, sino enseñar: “Es conocimiento musical. ¿Cómo va a devolverte algo si no sabe nada?”, dice. Y añade que la tecnología no reemplazará a los músicos, sino que puede impulsar su creatividad.
La historia todavía no tiene un final claro. Pero lo que sí está claro es que el debate sobre la ética en el uso de la inteligencia artificial en la música está más caliente que nunca. Y que cuando hasta los grandes como Timbaland se ven señalados, es porque algo importante se está cocinando.
