Granada cabía en un estadio
Más de 120.000 personas, invitados sorpresa en los dos conciertos consecutivos de Dellafuente
Más de 120.000 personas y un estadio que dejó de ser estadio para convertirse en casa. Dellafuente llenó dos noches consecutivas el Riyadh Air Metropolitano de Madrid con un espectáculo que desdibujó los límites entre concierto, liturgia y celebración popular.
Lo que se vivió no fue solo música. Fue una experiencia cultural con raíces andaluzas, acento urbano y vocación universal. Fuentes, plataformas giratorias, chorros de agua que bailaban al compás de 'Bailaora' y una escenografía envolvente con visibilidad 360º sirvieron de lienzo para un Dellafuente que volvió a reivindicar lo suyo: identidad, emoción y verdad.
Operativa sin fallos: accesos fluidos, cero incidencias, evacuación ordenada y niveles acústicos dentro de la legalidad. Trasladado del Bernabéu al Metropolitano por problemas de sonido en el primero, el evento fue ejemplo de cómo hacer las cosas bien cuando hay planificación y respeto por el entorno.
Dellafuente no solo hizo historia en cifras. Convirtió Madrid en Granada por un rato. Y firmó uno de los conciertos más significativos de la escena urbana nacional. Pura anomalía. Puro Dellafuente.
